Alfredo Igualador
En mi boca, un desierto.
No tengo un título para esta exposición. Quizá tenga demasiadas frases que podría usar, pero quizá ninguna me diría tanto sobre lo que he estado haciendo, como precisamente no tener que decir.
Seguramente esta exposición no tiene título, quizá lo tenga más adelante.
Yo nací pintor, qué le vamos a hacer. Puede que no fuera un buen momento, no lo sé. Pero es posible que no lo fuera ni para la pintura ni para mí. La pintura está ya casi situada fuera de la historia, y hasta cuando uno pinta —podríamos decir— “a lo bobo”, está generando un discurso. Y se tiene que atener a lo dicho. Y tiene que hacerse cargo. A día de hoy, el propio objeto artístico es el discurso.
Como pintor he intentado en estas dos series atenerme a la pintura, a los propios pintores y a su nominalización, como ejes de mi propio discurso. “Alfredo Igualador destroza a los maestros para hacerse un collage”, leí hace poco. No sé sí destrozarlos era mi intención, pero sí entenderlos, conocerlos, contarlos, trascenderlos y darle rienda suelta a eso de la pintura, de la historia y de su hacerse y continuarse.
Después de todo, en el propio objeto artístico está el discurso. El discurso es nuevo y sin embargo su aroma me resulta familiar, como traído del aire que azotaba las tormentas de Corot, como estornudado del polvo que cubría los objetos que apilaba Morandi en su estudio. Quizá los pintores tengan esto hoy, tan sólo un discurso lleno de viento y polvo. Y a eso hemos de atenernos. Y de ello tenemos que hacernos cargo.
Mientras, no dejamos de hacer ejercicios mentales, para concienciarnos de que podemos hacerlo. Alguno llamaría a esto la “pre-ocupación”. Pues al pintor ya no le queda otra que ocuparse.
Esta exposición no tiene título, pero trata de la pintura y de los pintores, de lo que les ocupa y de lo que les preocupa.
Pero no consigo ponerle un título que pueda acercarse a insinuar de qué trata algo como esto. En mi boca se instala algo así como un desierto.
Alfredo Igualador
Febrero 2016
17/03/2016 - 10/06/2016
Sebastián Herrera, 15 (Madrid)
Sala Cambio de Sentido