Aloïse Corbaz
Biografía
Lausana, Suiza
1886 - 1964
La técnica artística de Aloïse Corbaz está estrechamente ligada a su enfermedad –la esquizofrenia– y a su hospitalización en un pabellón psiquiátrico durante cuarenta y seis años. Los dibujos que comenzó a realizar, probablemente hacia 1920, le permitieron superar su enfermedad y hospitalización. Al principio dibujaba en secreto, utilizando materiales que encontraba en los contenedores de basura: fragmentos de papel cuadriculado, antiguas postales ilustradas, bolsas de papel, facturas antiguas y trozos de embalajes de cartón. Un trazo de lápiz transformó una forma o detalle de la página ilustrada en un personaje. Estos materiales fueron aplanados, alisados y, todos juntos, remendados, utilizando algodón blanco e hilo rojo; Las costuras, a veces muy elaboradas, resaltaron y determinaron muchos de los elementos del diseño. La propia estructura del papel parecía dictar los temas: un trozo de embalaje procedente de una carnicería lo llevaba a representar la figura de Hitler. Las hojas de papel cosidas le permitieron crear dibujos de gran tamaño, que Corbaz guardaba en rollos. Aloïse Corbaz trabajó por ambas caras con lápices y crayones, ocupando todo el espacio disponible. El mundo que creó está poblado de figuras humanas, animales, flores y frutas en representaciones teatrales que, para ella, adquirieron significados muy específicos: algunos de sus temas imitan gestos y poses inspirados en revistas ilustradas o adoptan atributos y posturas tomadas de actores de el teatro ritual u operístico; las actitudes son hieráticas, los rostros inexpresivos e inmóviles o, por el contrario, contorsionados como las máscaras de la tragedia clásica. Teatro, ópera y parejas de enamorados adornan esta cosmogonía, que desarrolló poderosas formas eróticas.
Fuente: Chaterine Gonnard / AWARE: Archivos de mujeres artistas
